DESCUBRE Y DESARROLLA TU POTENCIAL

Unity ha designado el año 2012 como el año para desarrollar el potencial divino que esta en cada individuo y que es designado con diferentes nombres: "Potencial Divino", "Cristo Interno", "Budha Interno", etc.
Esta trabajo de desarrollo del potencial divino estara basado en el libro "Descubre tu Poder Interno" del ministro de Unity Eric Butterworth.
En este inspirador libro clásico, el autor ve lo divino en cada uno de nosotros como una fuente inexplorada y escondida de abundancia ilimitada. Al explorar este "potencial profundo" Eric Butterworht da un esquema por medio del cual podemos liberar ese poder encerrado en nosotros y permitir que nuestra luz brille.
Al hacer las pregunta ¿qué fue lo que realmente enseñó Jesús? el libro, sin usar teología y dogma nos muestra como Jesús de Nazareth abordó, hace dos mil años, los problemas que enfrentaba el ser humano encontró respuestas simples pero profundas. Descubre tu Poder Interno te presenta los evangelios de Jesús en un nuevo contexto, con enfásis en la gran idea del "Cristo en ti"
En este libro, el autor cubre con gran discernimiento cómo tener éxito, cómo orar, cómo tener confianza, cómo lograr salud. Descubriremos que la filosofía de Jesús es una filosofía práctica --un modo de vida.

MIRAD A MI

¡Qué pasaje inspirador es este que se encuentra en el Libro de Isaías! ¡Qué inspiración para aquellos que se inclinan a dejar caer su visión hacia las cosas de la tierra! Veamos estas líneas:
“Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más.” Isaías 45:22
Qué sencilla (o clara) es la enseñanza de que no podemos lograr la salvación de las cosas terrenales mientras miremos hacia abajo y lejos de Dios. Si, deseamos salvación de enfermedades, temores y limitaciones de cualquier tipo, elijamos quitar nuestra visión de los asuntos terrenales y mirar a Dios que es nuestra salud, valor y perfección. Si, miráramos a Dios lo expresaríamos en nosotros y en nuestras vidas por esta razón elijamos verlo.
Si miramos las limitaciones, de cierta manera enfocamos nuestra mente en ellas y le estamos dando lugar en nuestras vidas. Al ver las limitaciones nos identificamos con ellas por ella cuanto mas nos enfocamos mas nos limitamos.
Este asunto de no ver las faltas tiene un poder místico más allá de su valor como una señal de disposición amable. Hay una cierta virtud que se les atribuye a las personas que no se fijan en las faltas de otros ya que generan una fuerza mística al poder ver la unidad espiritual en lugar de la limitación.
La persona que ve la presencia de Dios cuando la limitación es real para los sentidos físicos es capaz de hacer un gran trabajo. El tiene el poder a través del Cristo para traer las virtudes ocultas y el bien encubierto a la luz. El es capaz a través de su clara visión de revelar a Dios.
La única salvación de las enfermedades viene a través del darse cuenta de la perfecta salud (que ya esta en nosotros) que es la perfecta IDENTIFICACION con Dios. Si has sido incapaz de expresar la libertad de la enfermedad, renuncia a pensar sobre enfermedad y por sobre todo quieta tu visión de la misma. Si experimentaras la curación cristiana, MIRA EL CRISTO no la enfermedad.
Para salvarte de la carencia, renuncia a pensar en ella, no permitas que la carencia sea la causa para descender tu visión. Dios, el espíritu de prosperidad dice: “Mirad a mí” Mirar a Dios, quien es abundancia y obtendrás una clara realización de tu propio suministro de abundancia.
“Yo soy Dios, y no hay más” Dios es el único Dios al que podemos adorar y manifestar Sus bendiciones aquí y ahora en nuestras vidas. En la Verdad no hay Dios sino el un poder mayor que yace detrás de todo bien—paz, salud y abundancia.
Mirar a Dios, nos saca de todo error y limitación de la carne. Ver a Dios, es reflejarnos en el espejo de Su perfección de nuestra aprobación. Cuando sabemos que Dios en nosotros es nuestra salvación sabemos que tenemos el poder para salvarnos a nosotros mismos de toda confusión y limitación.
Trata este plan de dejar de mirar las limitaciones o errores propios o lo que le has atribuido a otros. Mira a Dios. “En ningún otro hay salvación.”---
TODO ESTÁ BIEN
Por Myrtle Fillmore

Todos nosotros tarde o temprano llegamos a un punto en nuestro desarrollo espiritual en que no estamos ya satisfechos de continuar viviendo de la vieja manera sin el conocimiento de nuestra unidad con Dios, la Fuente de nuestro ser. Algunas veces, cuando llegamos a este punto en nuestro progreso, no sabemos al principio lo que está sucediendo. Nos sentimos inquietos e insatisfechos. Quizás tengamos experiencias que no comprendamos. Puede que hasta estemos tentados a creer que nuestro bien nos ha abandonado. Pero tan seguro como hay un Dios que es la única Presencia y el único Poder, encontramos que todo está bien, y que sólo estamos pasando de una sala a otra mayor y más iluminada.

Cuando dejamos atrás viejas circunstancias, creencias, hábitos y deseos y tratamos de comprender y comenzar una vida mejor que se abre ante nosotros y derivar bendiciones de ellas, nos llena una sensación de paz, libertad y seguridad de que todo está bien. Debemos entonces volver nuestra atención a nuestro ser interior y dedicarnos a esos pensamientos y acciones que contribuyen al equilibrio, orden, salud y éxito.

Cuando concientizamos de que somos hijos de Dios, que tenemos la capacidad y autoridad para pensar y hablar lo bueno y verdadero, y manifestarlo en relaciones armoniosas y ambientes placenteros, ya ni invitamos ni cedemos a la falta de armonía, ni a la incomprensión ni a las limitaciones. Nos entregamos a la protección de Dios y pensamos en la Verdad que nos dirige por caminos tranquilos y agradables.

Cuando pensamos en los demás como hijos de Dios, los vemos bajo una nueva luz. Comprendemos cómo están tratando de desarrollar y usar las facultades y capacidades que Dios ha implantado en ellos, y sentimos que tenemos la capacidad para hablar la Verdad por ellos, bendecirlos y ayudarlos.

“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de Justicia, porque serán saciados.” (Mateos 5:6) Todos nosotros tenemos hambre y sed de justicia. Todos estamos aprendiendo a recibir lo que nos alimenta y satisface. Así, puedes regocijate en este momento porque el Espíritu Santo te bendice con todo lo que necesitas y te continuará mostrando más y más sobre la Verdad, hasta que alcances la completa conciencia del Cristo.

No te perturbes por lo que ha sucedido, o por lo que parece suceder en el momento, o por lo que viene en el futuro. Deja el pasado, el presente y el futuro en las manos de Dios. Entrégate al cuidado y guarda de Dios y sólo haz aquello que provea al Espíritu la cooperación y los materiales necesarios para lograr armonía del alma, fortaleza y salud corporal. Mantén tu mente libre de pensamientos de preocupación. Mantenlos en asuntos inmediatos, en la presencia y el poder del Espíritu.-